miércoles, 25 de septiembre de 2013

Bitácora # 3

Lejos de dejar atrás todo lo malo que soy, cada vez con más fuerza y, a veces, sutileza logro hacer el caos.

Me cansé.

De todos los sueños que tuve, siempre quise cumplir el más estúpido... el único que jamás podré cumplir. Me pongo en automático otra vez, ya sin ganas de surgir. Perdí la gasolina, la malgasté en rutas siempre prohibidas y peligrosas; perdí los frenos, que se recalentaron; pinché mis llantas y mi motor ya se quemó.

No cumplo con los requisitos para este mundo... no sirvo.
Me cansé de ser así y no sé ser nada más. No quiero.
Escojo morir, aún sin quitarme la vida, dejando los latidos apagarse por su cuenta. Caminar cansado ya no basta, mirar con ojos hondos ya no es suficiente. Espero ansioso las manos frías, perder por completo las palabras y desconectar la sinapsis que me mantiene torpemente en mundos irreales.

Nacer en el siglo XVIII no habría bastado para satisfacer las locuras de una mente que no sirve para nada, de un corazón que corre y se arrastra por espinas... de un cuerpo que nunca ha dado muestras de lograr nada.
No basta al tener un alma vieja o cansada o rota.

Proseguiré mi camino, a donde me lleven los pies.
Tal como bien me lo recalcas... no tengo raíces y me place!
Prefiero mil veces seguir mis pies por caminos infinitos que vivir atrapado en jaulas de mentiras, sin poder cantar, sin poder volar, sin poder vivir...!

Dejo atrás todo, hasta mi nombre. Que se queden con él y los malos recuerdos que dejo también. Me voy con sus malos deseos y rumiando cada palabra amarga que me dieron. Resentido en el alma por no ser más que un torpe destructor de vidas, un grosero, un hiriente, un maldito...

Bien pueden reñir sobre mis restos y decidir a quién traté peor... y quién deberá escupir primero en la fila y quién apuñalará mi corazón!

- Venenoso -

martes, 17 de septiembre de 2013

Arenisca de Petra

Siento mis piernas temblar... caigo de rodillas, sudoroso y sucio.
Con la lanza que me has atravesado en el pecho hacia mi corazón, en cada intento de acercarme o alejarme me hiero más... la empujas con tu mismo amor, que llena de miedo me profesas.
Finalmente caigo sobre la arena, vencido, con los ojos llenos de infinito, de miedo, de lágrimas... y la sangre salpicada en todos lados, bañando la arena de un rojo negruzco.
La arena se mete en mis heridas y arde, pero no me muevo. Fijo en el infinito, con la boca abierta, permanezco. He quedado sordo y con eso, por fin aislado del mundo. No oigo los gritos de pavor ni las advertencias ni los abucheos.
Una punzada más atravesando mi espalda. Permanezco.
 En la mente no paro de preguntar ¿por qué? Y tú, impávida y sin aliento no sabes responder. Ves todo el ruedo y mi derrota sin moverte, sin respirar. Caigo frente a ti como un pedazo de carne lacerada y casi sin vida en la mirada. Me retiro perdedor sin poder dar la batalla que siempre perdí antes de empezar.
Mi corazón sigue latiendo, pero a saltos... va cediendo las fuerzas al dolor y se apaga en bocanadas de vida que se van perdiendo al viento.
Cada letra fue mi propio funeral sin yo poder siquiera parar de echarme la tierra encima, que ya sin esperanzas y sin voz no puedo más que ver desde arriba y dejar de insistir en imposibles.

Atónito espero despertar de la pesadilla de encontrarte y no tener ni un chance de tenerte.

- Tu-yo -

domingo, 15 de septiembre de 2013

Las des-ventajas de ser invisible

Justo terminé la película... y no puedo parar de pensar y sentir. Como no hay quien escuche, escribo.

Ser un don nadie, ser un marginado... a eso me dedico.
No es una búsqueda placentera, pero no hay escapatoria para un alma que no quiere ser descubierta. Sentir y ser lastimado de golpe por la brisa, por los recuerdos, por el futuro... quien pudiera lidiar con la carga de una pasión y sensibilidad sin par!

"Aceptamos el amor que creemos merecer" resuena en mi cabeza con un blues de fondo. Debo poner algo más alegre.

Ya no sé escribir, si es que en algún momento lo hice decentemente. Lo mismo que sentir y pensar y hacer... la vida ha cambiado tanto en tan poco tiempo. Ahora pienso que así debía empezar este escrito, pero ya no quiero borrar más.

Tal vez al leer esto alguien le encuentre sentido o nadie le preste atención. Yo solo voy a dejar mi mente fluir sin límites.

"No soporto ver tanto dolor en los rostros de la gente", algo así decía Charlie. ¡Y qué rostro más triste! Ahora me miro al espejo y veo lo mismo. Veo el dolor de la gente a mi alrededor y como intento lo imposible de mostrar algo mejor, que no tengo adentro. Porque adentro estoy vacío, en suspensión. Con los ojos entreabiertos veo más.

El miedo, el dolor, la ansiedad... y Emma Watson viéndose tan elegante y preciosa. Dónde estará mi Emma Watson que lo puede todo!? Que me mirará a los ojos y sacará de mí toda la luz oculta y con libertad podré pararme tras la camioneta con los brazos abiertos hacia el mundo.
¿Acaso debemos seguir aceptando sólo lo que creemos merecer?

¿Qué me merezco yo? Es una pregunta interesante. ¿Acaso los errores son seres inmortales que nos acompañarán siempre, acaso los sueños son sus enemigos y la vida tiene que pararse en los baches que dejamos al estrellar mundos contra nuestros mundos? Cuando ya no creo merecer nada, no tiene sentido pedir más.

No hilo, no hilo...

Puedo cogerme la cabeza y llorar, pero no salen lágrimas. Y tengo los síntomas otra vez: la respiración cortada, los ojos a media asta, los brazos descolgados, ésa expresión que otrora cambiara el día más luminoso en un día de lluvia y que ahora no se nota, nadie ve.

Las ventajas de ser invisible... un observador. Ése soy yo. Y desde aquí, tras la barrera, veo todo el show del que no quiero participar. Me resigné a ser espectador porque al invertir siempre pierdo, porque no sé apostarle al mejor caballo y la sinceridad o la falta de malicia no son ideales para jugar los juegos llenos de azar de la vida.

¿A quién culpar? Es una simple película que un día llegará a su fin... mientras escribo mis líneas, el guión se va completando en otros lugares del mundo que me llevarán hacia caminos que no preví. Eso no es tan malo. Y las imágenes pasan por mi cabeza, las del futuro, las de los sueños que se gestan cada vez que le hago el amor a la vida. Toda esa energía desperdiciada.

Todavía hay mucho trancón de palabras inútiles tratando de salir... se solucionaría todo con una palabra tuya, con un abrazo, con un beso... con tus manos cogiendo las mías con la fuerza de la naturaleza llamándome a su seno, hacia el exitoso clímax de vivir... si tan solo existieras justo aquí y ahora, si no tuviera que esperar mil años más para encontrarte, si al leer esto, en cualquier parte del mundo, llegaras a mí como impulsada por algo incontrolable... pero eso no es así.

Y, bueno... de pronto, la vida me escribe cosas lindas, inesperadas... como coqueteando siempre, como que me acechas y me entretienes y me espantas... y te abrazo, vida, porque no hay más que hacer, aunque me duelas y me lleves de un lado para otro...

- Cantidad de cosas -

domingo, 1 de septiembre de 2013

- Solo -

Todo este amor desperdiciado siempre.

Tantos latidos que lejos de lubricar mis venas y llevar oxígeno a cada rincón, se gastan, se vacían de sangre, se acercan al infarto. Nada más absurdo que sentir.

Que cada vez con intensidad intento alcanzar la meta que desde los sueños he planteado, encontrando personas que en el gran teatro del mundo logran venderme su papel, que se acercan a mi corazón y lo ayudan a latir con manos que después se notan llenas de espinas. Tan odioso que se me hace creer cada día más.

Que nunca es suficiente hacer todo y tener las antenas conectadas con los mundos infinitos de los que casi nadie sabe. Del amor más hondo que se puede ofrecer, de los besos más apasionados, del abrazo más cálido en invierno. Que basta no tener bolsillos anchos ni brazos musculosos para ser desechado y reemplazado por cualquiera.

Me harté de ser usado...

Que nadie más vendrá a venderme con ojitos de ilusión, para luego darme puños por la espalda, para verme desangrar con una sonrisita en los labios y burlarse de mi dolor con chistes y reproches.

¡NO!

Me niego a que mi corazón lata más fuerte, me niego a que me digas que no soy suficiente, me niego a estar así más por tu culpa... a que me digas que me amas por impulso cuando hierves de placer y después me eches por la borda con las vísceras al sol.

- Exorcismo -